Maras y Moray
A 40 kilómetros del Cusco se encuentra la pintoresca población de Maras, multicolor capricho de la naturaleza en el Valle Sagrado de los Incas. Allí se se podrá apreciar su iglesia colonial, sus minas de sal que son interesantes de observar por el paisaje que exhiben, se puede apreciar un método ancestral para la obtención de sal a partir de aguas que brotan del subsuelo, los comuneros de esa zona retienen las aguas saladas en pequeñas pozas para someterlas a evaporación y obtener la sal como sedimento, la vista del conjunto salitrero en el que resalta el blanco entre la montaña es impresionante.
Moray es un formidable complejo arqueológico, conformado por admirables sistemas de andenerías, de enormes terrazas que se superponen concéntricamente, tomando la forma de un gigantesco anfiteatro. Estas hermosas terrazas conformaron un gran laboratorio agrícola, en el que los antiguos peruanos experimentaron y obtuvieron mejoras. Se lograron increíbles avances en la agricultura, la cual constituyó su principal actividad laboral y la base de su desarrollo económico.
La genial y atrevida concepción de sus construcciones incaicas no tuvo límites para los antiguos peruanos. A lo largo y ancho del mundo, los hombres generalmente hicieron construcciones a partir del suelo hacia arriba. En Moray trabajaron hacia abajo, retirando extraordinarias cantidades de roca y piedras, y empleando miles de trabajadores durante varias generaciones, para dar forma a varios agrupamientos de andenes en forma circular casi perfecta. Su perfección fue tal que hasta el día de hoy funciona impecablemente.
Para realizar la excursión deberá contactar con una agencia especializada de turismo.